top of page
IMG_5277_edited.png

Piezas hechas de luz y oscuridad

     Como ceramista, mi propuesta estética es sólida y muy personal; mis piezas tienen sentido teatral y dramático, y no están diseñadas para desvanecerse en el entorno. Aunque mis piezas puedan tener una función, su cualidad ornamental prevalece sobre la funcionalidad.

    Todas mis piezas están hechas a mano y, por lo tanto, cada una es única. Mi trabajo no es una reacción a ninguna tendencia o estilo. No estoy interesada en crear nada nuevo u original per se,  porque considero que todo acto de expresión artística surge de un magma de influencias, ideas y memoria ancestral. Así pues, la tradición, el canon y la herencia cultural son esenciales en mi acercamiento a la cerámica. 

     Creo que cada diseño (o símbolo o imagen) es siempre la expresión de algo más grande; algo misterioso e intangible que trasciende el objeto en sí. Todas las ideas y conceptos son atemporales y eternos, y en todo caso, están tan solo esperando surgir de la oscuridad a la luz. 

    Después de varios años trabajando en instituciones museísticas y otros muchos viajando por el mundo con una compañía teatral y circense, me instalé en los Estados Unidos hace más de una década.  Fue aquí donde me inicié el ancestral arte de la cerámica, cuando algo inesperado y profundo despertó en mi. A pesar de tener una licenciatura en Humanidades y Filosofía del Arte, nunca antes había experimentado el deseo de crear arte con mis propias manos hasta que comencé a trabajar con la arcilla.

 

     Los últimos cuatro años, y desde la soledad de mi estudio, he estado aprendiendo el oficio y las técnicas cerámicas, dedicando mi tiempo a encontrar mi propia voz y propuesta estéticaMi cerámica es un homenaje a la tradición y mi viaje personal de descubrimiento y regreso a los orígenes, y simultáneamente, cada pieza es una revelación. 
 

bottom of page